ESTAD QUIETOS
Sal 46:10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra
Hay momentos en la vida donde nos toca “Estar quietos”. Es ese tiempo donde quizás debamos callar, cesar en la batalla y hasta minimizar nuestras actividades.
Quizás porque es la única manera en que podamos escuchar a Dios con más claridad, verlo actuar a nuestro favor, o simplemente necesitamos ese tiempo de reposo para nuestra alma.
Ciertamente debemos andar en el espíritu, pero somos seres tripartitos y no un espíritu ambulante: también nos cansamos, enfermamos, afligimos y desgastamos.
Habrá situaciones en las que el Señor nos da una orden, que inicialmente no entenderemos; pero a la postre nos daremos cuenta de lo que nos estaba librando o disfrutaremos del fruto de nuestra obediencia.
Dice Salmos 46:10 Estén quietos, y sepan que Yo soy Dios; Exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra.
Viene siendo como la señal de tránsito de “Pare”. Una advertencia de que si no nos detenemos, corremos riesgo y ponemos en riesgo a otros- Podemos ocasionar un choque, atropellar a un transeúnte o estar expuestos a que nos lleven por el medio; por el simple hecho de ignorar la señal. Pues esto Stop del cielo, viene siendo un mensaje divina que nos resguarda de algo.
En otras palabras, necesitamos llegar a un punto en que estemos dispuestos a someternos a Dios y reconocer que Él tiene control absoluto.
Cuando nos damos cuenta de que verdaderamente somos incapaces de controlar la vida, podemos entregarle nuestra voluntad a la voluntad de Dios. Tal vez sea cosa de decir finalmente: Solo tú puedes con esto mi Señor, descanso en tu soberanía.
Después que la Palabra nos dice que Dios es el que hace cesar las guerras, esto es añadido: “Estad quietos…” Él hace cesar las guerras y hasta que Él termine su trabajo, debemos de cesar nuestros esfuerzos de auto justicia, confiarle todo en sus manos, confesar nuestras debilidades y flaquezas, y confiar nuestro futuro y restauración en las manos de Cristo.
Satanás puede zarandearte, pero él no puede destruirte. Estas siendo despojado o sometido con el propósito de prepararte para recibir una revelación más profunda de la cruz, y de esta manera poder estar listo para ofrecer un mayor servicio a Dios.
¡Espérate! fue el consejo de Noemí a Rut, y fue de verdad un sabio consejo. Rut no hubiera conseguido mucho siguiendo a Booz a todas partes, tratando de ayudarle a recordar sus promesas. "Su fortaleza sería estarse quieta".
Nuestra naturaleza humana se pone nerviosa, acelerada y queremos echarle una mano a Dios; Pero cuando nos metemos a hacerlo, lo único que conseguimos es complicar más las cosas.
“Estad quietos" significa " quita tus manos del asunto, relájate". Una evidencia de tu confianza es la disposición de estar quieto y dejar que Él haga su voluntad.
Mientras Dios está al control, puedes estar por seguro que más contundentes serán las victorias.