Los dones de poder son las manifestaciones del poder de Dios obrando en nosotros a través del don de fe,el obrar milagros y los dones de sanidad.
Los dones de poder son tres, dones de sanidades, milagros y fe.
Tienen como función impartir de manera sobrenatural poder a la iglesia, para que se hagan señales y prodigios a favor de sus santos, y por ello se le conoce a este grupo como las manos de Dios en la Iglesia.
Los dones de inspiración vocal y los dones de poder operan al lado de los dones de revelación del Espíritu Santo.
1.- El don de fe es una fe sobrenatural para un tiempo o momento y propósito específico.
2.- Es un don de poder dado para cumplir cierta tarea en la situación que usted se encuentre en ese momento.
3.- Este don es dado cuando se necesita para una tarea específica ya sea en el momento o para el futuro.
La palabra fe viene del griego pístis (πίστις) y es una operación sobrenatural que sostiene una confianza en Dios en situaciones que al parecer humano son imposibles de sobrellevar. Existe una diferencia entre el don de fe y la fe común del cristiano. Cuando nos convertimos al Señor se nos otorga una fe suficiente para creer y ser salvos, la cual también nos ayuda a depender de su divina providencia aún en medio de las más difíciles dificultades.
Ejem. “Y no apareciendo ni el sol ni estrellas por muchos días y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos. Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no zarpar de Creta tan sólo para recibir este perjuicio y pérdida. Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave. Porque esta noche ha estado conmigo el ángel de Dios del quien soy y a quien sirvo, diciendo: Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te da concedido todos los que navegan contigo. Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho”.
Hechos 27:20-25 (RV60)